Por lo general no soy una persona a la que asalten los miedos nocturnos, más bien soy un tanto despreocupada si se quiere. Sin embargo, hay ciertas noches, muy de vez en cuando, que me llegan todos los miedos juntos. I cuando digo todos, no exagero en nada! Anoche fue una de esas ocasiones. No se que disparó todo el asunto, solo se que de racional, ayer, no me quedaba nada.
(Hacía calor, mucho calor y no podía dormir. Decidí abrir las ventanas….)
Por fin entró una brisa fresca, pero ¿y si entran insectos mientras estoy dormida? ¿Arañas? No, mejor la vuelvo a cerrar. Dios, que calor que hace! Bueno, las abro tan solo un poquito….
Pero mi cama está a menos de un metro de la ventana, ¿y si se asoma alguien? ¿Si me toca o me roba el teléfono que esta en la mesita de noche? Que dilema, mejor la cierro.
Así no voy a poder dormir, así que la voy a abrir y me quedo mirando para afuera, por lo menos estaré fresca. ¿Y si entra alguien por la puerta del cuarto y no lo veo por estar mirando la ventana? OK, me tiendo boca arriba y con mi visión 20/20 controlo todo el panorama (claro que a las 3 de la mañana, ojos cansados incluidos, empiezo a ver sombras por la rabadilla del ojo) ¿Será un fantasma? No! ¿Por qué habría de haber fantasmas aquí? Es que estoy cansada, nada más. Por las dudas me doy una vuelta por la casa a revisar todo. (No enciendo las luces, apenas se divisan los muebles y me olvido del espejo del pasillo). Ahhhh!!Vi a alguien pasar!!! La puta madre, era yo, que idiota. Me regreso a la cama.
(El viento empieza a soplar mas fuerte y las puertas comienzan a chirriar, mi miedo irracional no asocia viento y puertas golpeándose, lógicamente)
Definitivamente hay fantasmas. Mejor entorno la puerta. ¿Pero si me mira alguien por la rendija? No se que hacer, mejor la cierro completamente. Pero si la cierro no veo si hay alguien detrás, mejor la dejo abierta.
(Se escucha un ruido muy fuerte afuera, como de un avión pasando, pero es de madrugada y el ruido es persistente, me olvido de los fantasmas por un instante)
¿Qué será eso? Se vendrá cayendo un avión? ¿Estará ardiendo la estación de servicio? Seguro que ahora explota todo. Voy a ver por la ventana. No, mejor prefiero no saber. ¿Y si es una ola gigante? Ya mismo la veo aparecer sobre la casa de enfrente. No, eso es imposible! Mejor me acuesto otra vez.
Tengo hambre, me voy a hacer un sándwich, espero que no haya nadie escondido en la cocina.
¿De mortadela o de membrillo? (Comienzo a prepararlo)
Voy a mirar de golpe para atrás y sorprender al que esté parado mirando. Ja!!.... (No hay nadie. Corro para la cama como llevada por el diablo)
¿Qué es ese ruido debajo de la cama? Mejor no miro, pero… decididamente no miro, eso si, por las dudas me tapo los pies (comienzo a sudar)
Ahhhhhhh (la cosa debajo de la cama saltó para arriba y de una patada la hice volar por los aires….. pobre mi perra!!!)
Así fueron pasando las horas, hasta que me sorprendió la madrugada y a pesar de los fantasmas, los ruidos, el tsunami, el avión, la perra voladora y cuanta cosa que se me haya ocurrido, me quedé dormida gracias a Dios.
Creo que hoy volví a ser racional, ya que desperté a las risas acordándome de las pavadas de anoche y quise compartirlo. Quien sabe… quizá haya alguien por allí que se sienta identificado. Es como dicen, mal de muchos, consuelo de bobos.
Hasta la próxima!!
Miedos
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